sábado, 28 de junio de 2025

Del sufismo a las coffee raves: la evolución de la congregación a través del café

 

Todo da vueltas

Vibraciones que resuenan, oraciones que se repiten. Trance, éxtasis y frenesí. Y a pesar que se rechaza el alcohol, todos dan vueltas. Toman café y bailan con la esperanza de conectar con el pasado, el presente y el futuro. 



Trascendencia


Durante el Siglo XV y XVI, Los sufistas utilizaban el café como un elemento ritual, social y sensorialmente transformador para facilitar el dhikr (recitación y recuerdo de Dios), ayudando a mantener la mente alerta y el cuerpo despierto durante largas sesiones de meditación, música y danza giratoria (sema). Era una vía hacia la conexión mística.



La religión, el comercio y las guerras se encargaron de propagar el café por el mundo islámico, lo que llevó a la apertura de las Kahvehane, las primeras cafeterías.



El café hace al mundo girar


Y a medida que el día se hace noche y la noche se hace día, el mundo da vueltas y el café da vueltas por el mundo. Se cultiva acá, pero se consume allá. Ahora también se cultiva allá pero se consume acá, allá y más allá.


Los soldados llevaron consigo su hábito cafetero a la guerra, conquistando culturalmente nuevas tierras, incluso en la derrota bélica.



El café como tecnología de la sociabilidad


Las cafeterías se establecieron en Europa en el siglo XVII. En las denominadas universidades del penique, se impulsaba el intercambio de noticias e ideas y se propiciaba el debate y los negocios.



La cafetería era el punto de encuentro y el café el denominador común, aquel pegamento social que aglutinaba hombres de todos los estratos e ideas de toda índole. Un vehículo para concretar revoluciones y un riesgo para las autoridades que buscaron prohibirlas sin éxito en más de una ocasión.



Volumen y velocidad


Así fue, más o menos, hasta la Belle Époque, cuando se adoptaron máquinas que hacían café más corto y más rápido en los bistrots. Y con el fin de siècle, aparecieron los bares de espresso



Al otro lado del charco, los diners estadounidenses implementaron máquinas que hacían café más largo y más lento, y los kissaten japoneses replicaron esta tendencia, pero el dueño era la máquina que hacía el café largo y lento. 




Los cafés notables y las cadenas de cafeterías seguirían la línea del espresso italiano, con el fin de hacer cafés cortos más rápidamente. Por último, con las cafeterías de especialidad retornaríamos a tomar cafés más largos, preparados de manera más lenta.




Volumen y velocidad (2)


Y así llegamos al concepto de Coffee Rave, un ritual secularizado.


Los Neo-abstemios, al igual que los sufistas, despliegan rituales que usan el cuerpo, el ritmo y la cafeína para elevar el ánimo. Si bien no cabe la categoría de espiritual, sin duda es una experiencia sensorial que favorece la colectividad a través del café.




Todo de vuelta


Vibraciones que resuenan, oraciones que se repiten. Trance, éxtasis y frenesí. Y a pesar quese rechaza el alcohol, todo da vueltas. Toman café y bailan con la esperanza de olvidar el pasado, el presente y el futuro.




sábado, 21 de junio de 2025

¿La lengua en el café o el café en la lengua?

“Cuando se realizó la conquista de América, lo primero que borraron fueron las religiones y las lenguas de los pueblos originarios y homogeneizaron todo con el castellano. Porque cuando Castilla gana el poderío, plantea el castellano como lengua oficial. Pero esto no fue por una cuestión de corrección lingüística, sino de poder. Si hubiera ganado Navarra, hubiéramos tenido seguramente el euskera”, sostiene Victoria Martínez, lingüista y docente de la FACSO.

Academias y sus facultades

La RAE incluyó la palabra barista en su diccionario y ante esto surgen algunas preguntas: ¿Cambia algo realmente? ¿Es el primer paso para que los sindicatos mejoren la categorización salarial? ¿Debemos esperar a que estas instituciones nos validen y reconozcan? ¿O depender de la RAE habla de colonialismo cultural?

Primero que nada, expliquemos a qué se dedica La RAE. La Real Academia Española es una institución establece normas para la regulación lingüística. Su misión principal consiste en “velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”, según establece el artículo primero de sus actuales estatutos.


La RAE no reconocía la palabra barista como un término oficial porque se trata de un término extranjero. Solo acepta palabras que estén relacionadas con el idioma español, y barista es un italianismo que designa al “camarero que atiende la barra de un café o bar”.

Aunque muchas personas usan este término en España, no se había incluido en el diccionario oficial, todavía. En cambio, se recomendaba el uso de los términos "cafetero" o "camarero de café" para referirse a estas personas. Pero…¿Es acaso remotamente certero traducir “barista” como “cafetero”?

En España y en algunos países de América, el uso de la palabra se ha especializado aún más, haciendo referencia al experto en servir y preparar café en sus distintas variedades.


El uso precede a la norma

Aquí entra en juego la figura del consenso: el uso social, cultural y político que hacen los hablantes con la lengua ayuda a legitimar lo que se entiende por cada término más allá de su definición o reconocimiento formal. Esto luego puede devenir en norma, pero no al revés.


Al mismo tiempo, podemos ver cómo en la industria del café se busca divulgar y compartir un léxico absoluto en pos de la estandarización. Y a veces esta práctica no admite el uso de palabras que no estén incluidas en el listado, ya que pueden ser ambiguas y llevar a una comunicación deficiente.


Sin embargo, hay quienes les importa más tener razón que comunicar efectivamente.


En algunos casos, la variedad cambia de nombre según donde se planta. El mismo café puede tener muchos nombres, así como el mismo nombre puede tener distintas acepciones, todas igual de válidas en tanto respondan a una interpretación colectiva de la idea que se tiene sobre algo.


La lengua está en constante evolución. Lo que ayer era condenado, hoy es aceptado y viceversa. 


Y aquí se forman dos bandos:


La aproximación normativista considera que el lenguaje se construye desde arriba hacia abajo y que hay un uso bueno y uno malo. El correcto es el que sigue las normas impuestas por los que se consideran la autoridad lingüística.


El descriptivista no dice que alguien habla mal porque no sigue las normas de la Academia. creen que el lenguaje es un organismo vivo al que hay que acercarse desde la humildad del observador que sólo intenta comprenderlo y admirarlo.


Parece inútil intentar regular algo tan dinámico, orgánico y móvil como el lenguaje.


Sin embargo, reconocer una falacia de autoridad no significa instaurar la anarquía del habla. En el Reino Unido no existe un organismo regulador. La referencia de los británicos es el Diccionario de Oxford de la lengua, pero ahí no hay normas. Es una obra descriptiva.



Imponer e imposibilitar


En 1984, la novela distópica de George Orwell, los personajes utilizan la Neolengua, un lenguaje basado en el inglés pero adaptado a las necesidades de un gobierno absolutista cuyo objetivo no sólo es proporcionar un medio para expresar e imponer la ideología de su partido, si no también, hacer imposibles otras formas de pensamiento.




Podemos afirmar entonces que la estandarización es buena en tanto no sea absoluta y prohibitiva. Una vez más, no se trata de lo que es, sino de lo que representa.


Después de todo, la lengua es del hablante.

viernes, 20 de junio de 2025

El café en Costa Rica



Santa María de Dota fue catalogada por The Huffington Post, como una de las 10 ciudades del mundo que todo amante del café debe visitar. Dudo que el señor Alejo Morales haya considerado obtener esta mención cuando en 1867 plantó las 27 matas de café que originaron la caficultura en la región.

A pesar de este hito fundacional para Santa María de Dota, el café se cultiva en Costa Rica desde finales del siglo XVIII, iniciándose en la actividad cafetalera antes que los estados hermanos. Robert Williams sugiere en su libro States and Social Evolution: Coffee and the Rise of National Governments in Central America que la forma en la que se desarrolló la industria del café  y la fuerza laboral entorno a ella durante el siglo XIX marcó el rumbo político y cultural de los naciones centroamericanas, forjando patrones que persisten hasta el día de hoy.

Al hablar de la historia de la caficultura en esta región, muchos países comparten un pasado oscuro vinculado a un modelo agroexportador que empleaba diversas formas de servidumbre o peonaje, expropiaba tierras a indígenas y protegía los intereses de la oligarquía a través de reformas liberales y procesos de militarización.



Si nos basamos en la teoría de Robert Williams, podemos analizar como una serie de condiciones y decisiones tomadas a lo largo de la historia ayudaron a que el café en Costa Rica haya tenido un mejor impacto económico y social. Sus efectos pueden verse actualmente reflejados en indicadores vinculados al desarrollo humano, la democracia y la preservación del medioambiente, siendo a menudo citada como una nación modelo de las Américas.


El modelo productivo adoptado promovía una distribución de las tierras menos latifundista y facilitaba la existencia de movilidad social. Culturalmente, existía y existe un fuerte vínculo con el trabajo y la tierra dentro de las familias que trabajan en sus propias fincas.


Sin embargo, los tiempos se han vuelto más adversos y lo que antes alcanzaba hoy no lo hace. Más allá de esto es posible apreciar la resiliencia de las generaciones que las pasaron todas y la esperanza de las nuevas generaciones que hablan y trabajan desde la pasión. A todos aquellos que encuentran gratificación en una industria plagada de desafíos y contratiempos, pura vida.




Del sufismo a las coffee raves: la evolución de la congregación a través del café

  Todo da vueltas Vibraciones que resuenan, oraciones que se repiten. Trance, éxtasis y frenesí. Y a pesar que se rechaza el alcohol, todos ...